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Mostrando entradas de mayo, 2017

Paseo por el jardín

- Qué hermoso jardín… -Sin duda pibe…- di un salto hacia atrás, no había visto al hombre que me había hablado. -¿Qué… quién eres?- el argentino chasqueó la lengua al escuchar mi pregunta. -Ese sendero no te llevará a buen destino, haceme caso- definitivamente era argentino. Me recompuse del susto y formulé otra pregunta. -Entonces, ¿Qué sendero es el que me lleva a una respuesta sobre usted?- mi pregunta le hizo sonreír. -Sos inteligente, al menos es algo. Vení conmigo.-me hizo señas para acompañarle, yo lo seguí. Su caminar despedía un aura críptica, no pude evitar caminar a su lado. El jardín tenía un camino que lo atravesaba, se perdía en el horizonte en una imagen surreal, la noche estrellada parecía tocar el suelo y el sendero llevar a la nocturna infinidad azulada. -Entonces,  ¿qué te trae por estos lados?- preguntó casualmente -Vengo de paseo, me dijeron que valía la pena dar una vuelta por aquí. -Hay muchas formas de pasear por aquí, de hecho, podría decirse que ha...

La Trinchera

Las balas silbaron por sobre mi cabeza, no veía la otra trinchera desde donde estaba, me oculté al interior de nuestra fosa esperando que se detuviera el fuego enemigo o llegara mi muerte, solo entonces sentí el hedor de los cadáveres junto a nuestras heces. Despierta… por favor despierta, si es solo un sueño, despertaré de vuelta en Múnich y nada habrá pasado, me di cuenta de lo poco real que era todo, efectivamente estaba dormido. Y convencido de que todo era un sueño salí de nuestro agujero en la tierra y me dormí en paz.

Desvelado

No podía dormir. Por más que tratase, no lograba conciliar el sueño. Un sonido aterrador, como el gruñido de un animal, lo tenía así, pegado junto a la cama y asustado, sin poder cerrar los ojos por más de un minuto. A pesar de eso no quería levantarse y averiguar qué era, pero como el ruido no cesaba, se hizo de valor. Se levantó y bajó al sótano, pero no encontró nada. Frustrado y enojado volvió a meterse en la cama solo para caer en la cuenta de que se le había olvidado mirar hacia el techo.

Cómo en Viena

Se estaba terminando de ejecutar el “ Concierto para violín ” de Tchaikovsky . El violinista estaba inspiradísimo y feliz por haber tocado esta difícil obra sin errores.  Al terminar no hubo ningún aplauso. Las pocas monedas sonaron en el fondo de falso terciopelo de la funda de su instrumento.

NO SE ME OCURRE NADA

Son las 11:04, y Dave no sabe qué escribir. Se encuentra frente a su computador, golpeándose la cabeza con el teclado porque no se le ocurre nada. Si no llega con un microcuento listo el día siguiente, lo echaran del electivo de escritura en el que se encuentra. Pero después de ponerse algo de hielo en la cabeza, se le ocurre una idea brillante: “escribiré sobre un joven llamado Juan Pablo que no se le ocurre un tema para un microcuento” Tras decir esto, Dave se puso a escribir...

Microcuentos

Un excelente trabajo Después de leer todos los trabajos,  llegué a la conclusión de que el mío es el mejor. Nunca dejaré que me atrapen Lo único que se me ocurrió en ese momento fue correr. Parecía razonable. Seguí avanzando lo más rápido que pude. Ya estaba cansado, el peligro estaba desapareciendo. Pasaron unos minutos y la amenaza volvió, tuve que acelerar el paso. Solo seguí por mi fuerza de voluntad. Fue entonces cuando crucé la meta. ¿Otra? Partí con una. Seguí con otra. Dicen que la tercera es la vencida. Una más no le hace mal a nadie. No hay cuarta sin una quinta. No me gustan los impares. El siete es el número de la suerte. Una más o una menos, no hay diferencia.  Ya perdí la cuenta.

Sueño que solo fue un sueño

Un náufrago rescata una botella que llevaba observando varias horas desde la playa. Llevaba una nota en su interior. Al leerla, algo familiar veía en aquel trozo de papel. Parecían los sueños inocentes de un niño. Muchas cosas había olvidado en estos años de soledad, pero jamás enterraría la idea de que un día quiso ser astronauta.