- Qué hermoso jardín… -Sin duda pibe…- di un salto hacia atrás, no había visto al hombre que me había hablado. -¿Qué… quién eres?- el argentino chasqueó la lengua al escuchar mi pregunta. -Ese sendero no te llevará a buen destino, haceme caso- definitivamente era argentino. Me recompuse del susto y formulé otra pregunta. -Entonces, ¿Qué sendero es el que me lleva a una respuesta sobre usted?- mi pregunta le hizo sonreír. -Sos inteligente, al menos es algo. Vení conmigo.-me hizo señas para acompañarle, yo lo seguí. Su caminar despedía un aura críptica, no pude evitar caminar a su lado. El jardín tenía un camino que lo atravesaba, se perdía en el horizonte en una imagen surreal, la noche estrellada parecía tocar el suelo y el sendero llevar a la nocturna infinidad azulada. -Entonces, ¿qué te trae por estos lados?- preguntó casualmente -Vengo de paseo, me dijeron que valía la pena dar una vuelta por aquí. -Hay muchas formas de pasear por aquí, de hecho, podría decirse que ha...
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