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Mostrando entradas de 2019

La aldea de Merlín (crónica)

La aldea de Merlín Existen en Chile lugares alejados, ocultos y misteriosos. Tenemos esquinas minúsculas en dobleces del mapa en los que se elevan suplicantes hogares al cielo. En las más recónditas de esas colonias de humanidad se produce un fenómeno hermoso de percibir, y es que al mismo tiempo que se levantan casas y se clavan tablas, se teje una red, un ambiente de fantasía, una frontera de misticismo casi palpable. Una de esas mágicas localidades es Caleta Tortel, a quien tuve la suerte de estrechar la mano un día en que la lluvia sureña hacía florecer sus más íntimas leyendas. Un ejército de lengas melancólicas guarda la entrada al reino del famoso puertecillo, lengas sumisas al interminable bombardeo de las nubes, lengas que dejan pasar indiferentes el frío paso del tiempo y lengas que han llorado cientos de penas e incendios por sus hojas. Pareciera que cuando uno se va acercando a Tortel llega la hora de cruzar un portal, una vez al otro lado nos visten de testigo, y c...

Cristobal vos

1)Estar en el colegio Es por lo que me quejo Pero es mi futuro lo me juego 2)Una gran ciudad Llena de una gran maldad  Por mi no tiene piedad 3)En chile la luna Es entera cuma Y mi hijo es un puma 4)Para matarme  Tienen que matarme en mi país  Para quitar el problema de raíz  5)En el océano se pedí mar En el fútbol se pide VAR Y en mi ensalada pido sal

El niño desamparado

Un estuche camuflado sonreía En un día nublado con expresión  decaída Deseaba que su presencia fuera notada, Pero su actuar ninguna diferencia provocaba Buscaba en cada rayo de sol un progreso, Rebozando de emoción por cada positivo suceso Muchas veces se preguntaba Si su vida estaba destinada A vivir entre las penurias de que su alma no sea amada A lo que su subconsciente le respondía Que aquel día era ese día.

Torres del Paine

Torres del Paine Va un hombre, camina Sube Da la espalda al triunvirato Y entra por su ventana Un cuadro, un tablero de ajedrez Exótica geografía y una copa derramada Cicatrices caprichosas que se niegan a tener el color de un río El baile de las lengas La danza de los ñirres Y la siembra de cuencas que mezclan el color y el agua No cabe en él el misterio No cabe en él la magia Sobrecogido, salen de su boca estrellas, Galaxias de imposibles inconexos Pero no palabras No sabe cómo usarlas ante las trillizas El día que Poseidón clavó su arma, ahí quedaron El día que se encarnó en roca la santa trinidad, ahí quedaron El día que cayó el cinturón de Orión, ahí quedaron El día que acaben no existe, ahí quedaron Elegantes, damas del paraíso Esbeltas, amantes del viajero Petrificadas, firma del pasado Imperecederas, humillación del esclavo Centinelas eternas, mirada en el horizonte Guardianas infranqueables, equilibrio del santuario Catedrales impetuosas, estam...

Amar

Amar Del planeta nos dicen que dejamos "mucho amor y parches verdes" heredamos y dejamos de herencia la frase hecha. Le pregunto a la siguiente generación "¿regarán ustedes el amor?" Porque en el futuro se verá como un punto bueno, lo que es ido y crítico.

La última

La última Una primera hoja sin tema Una frase sin palabras Dos sonetos sin rosa que cantar Quizá escribes el mejor cuento, la mejor novela, la más perfecta canción. No hay nada que decir, nada que reclamar, nada por qué luchar. Mi corazón solo existe. ¿Cómo escribir algo que no sale del corazón?

Alerce

Entre montes vírgenes, Y sobre raudos espejos de cristal, Tú, Alerce, te alzas. Tú, que eres única en tu tipo, Imperecedera entre nosotros, Te afanas en habitar en bosques relictos, Donde muy pocos logran encontrarte. Cual atlas sostienes los australes cielos, Pilar de las estrellas, estatua vegetal, Tomas la prístina agua del sur, Y la conviertes en energía de la que el huemul se nutre, Y en donde el pudú se refugia, Primogénita de Gea. Llevas en tus venas la sangre de un aventurero, Que surcó los siete mares en busca de gloria, Y su marca se nota en ti, Amazona esmeralda, cazadora de astros. De tu madera nacieron grandes navíos y templos Lástima que nuestros padres te hayan usado Para alimentar a sus dragones de hierro.

Cristobal vos

MI SOLEDAD Me encuentro en gran soledad en un limbo perdido y por eso por mi pido piedad ya que estoy confundido. Esta soledad está merecida ya que no fui agradecido de la vida a pesar de todo lo que tuve y siempre hice lo mínimo que pude. Después de un largo tiempo pensando en lo ocurrido  fui a rezar al templo en donde a Dios le pido. Esta soledad me está matando no se que me está pasando además siento un gran dolor y veo todo de otro color.

La vida es prueba

La vida es prueba, la prueba es sueño Los párpados de Juan parecían haber levantado una huelga ese miércoles en la mañana, la noche anterior se había quedado leyendo a Calderón de la Barca hasta altas horas de la madrugada, y ahora más que nunca le parecía que la vida era sueño. La repetición de la alarma interrumpió sus pensamientos e invadió violenta sus oídos, casi malévolo, el sonido chirriante se fue escabullendo dentro de su cerebro como una miserable rata, rata que buscaba teñir su existencia con un color igual de miserable. Casi inconciente, maldijo al Juan del ayer que decidió poner el celular lejos de su cama, lo que le había parecido una magnífica idea para obligarse a despertar y pararse, se tornaba ahora en la maquinación perversa de un demonio que deseaba subyugarlo bajo el peso de la irritación. El ruido era agresivo, traidor, hiriente. No se detenía, perseveraba en su ataque, terco como él solo, daba la impresión de querer burlarse de la inmovilidad de un Juan indef...

Microcuentos

¡Digan mi nombre! -¡¿Saben quién soy?! - Se estremeció de placer al escuchar la respuesta del público. Pero no lo suficiente como para satisfacerlo -¿¡Cuál es mi nombre?! - La sensación ahora fue insuperable, él era su ídolo, su salvador y su dios. Otra vez, lo necesitaba desesperadamente otra vez- ¡DIGAN... MI... NOMBRE!- Escuchó escondido entre el enardecido público como explotaba el sonido de su nombre, a petición de ese impostor que se había hecho con todos sus logros y, sin estar satisfecho, había terminado robándole la totalidad de su identidad. Me gusta la tortura El dolor no paraba, pero solo porque él no lo hacía parar. Nunca había llegado tan lejos, pero sentía el placer llegar de la misma forma que el dolor. Su familia no sabía nada de esto, no lo entenderían. Siguió un poco más hasta que empezó a asustarse, tal vez los daños serían irreversibles, su lengua ya estaba destrozada. Saco rápidamente de su boca el dulce áspero que tanto lo lastimó, la próxima vez sí ...

Microcuentos

¿Por qué escribo?                                                                                                       Martín Morandé Ya de tanto escuchar, soñar, leer, conocer e imaginar debo tener algo para contar. Microcuento: "Perdido" Era un niño de siete años el que causaba tanto alboroto, se encontraba perdido, no cabía duda, llamaba a su mamá a gritos buscándola entre la multitud. Un hombre finalmente lo reconoce y corre hacia el niño, pero éste al verlo se desespera más "¡no!¡la vi! ¡Oi su voz!" El hombre lo agarra y le dice "acéptalo y vuelve al grupo", pero el niño se resiste, negándose a seguir al señor, "no tengo porqué, no estoy sólo, la vi, ¡la vi!" Una mujer entra a ayudar con su esposo, el cual sostiene al hombr...