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Mostrando entradas de 2014

Locura y realidad

Locura y realidad Me encuentro en clases de historia mientras escribo esto. Les advierto desde ya que lo que van a leer no es, quizás, lo que esperan; así que vayan armándose de paciencia para terminar este penoso relato, como yo me armé para aguantar esta interesantísima clase.                 Lo que pasa es que no lo soporto. Lo veo durante un par de segundos y ya no aguanto más, tengo que correr la mirada porque me suscita un potente desagrado. La sensación me recuerda a esa típica de cuando uno era chico  y había que mirar al papá a la cara después de que lo retaran a uno. Pero mirarlo no es lo único que me parece insoportable: oírlo, olerlo, mirarlo, ¡hasta darle la mano para saludarlo es terrible! Por tal motivo, reiteradas veces opto por desconectarme de mis sentidos y simplemente dormir sus clases. El problema es que, como me siento en primera fila, este remedio me ha costado más de algún cast...

Cuídalo

- ¡Cuídalo! – me dijo secamente antes de entrar a la tienda y pegarme un portazo en la cara. Me senté entonces en el primer escalón que daba acceso al establecimiento, aliviado de su presencia. Miré a mi alrededor. Encontreme en una pequeña plaza triangular, adoquinada y de color ocre. Era tranquila, no había mucho movimiento, solo un pequeño café cuyos últimos clientes probablemente no tardarían en irse. No debían de ser más de las siete de la tarde y el sol iluminaba con sus últimos rayos el agotado día. A pesar de la hora, todavía hacía mucho calor. Muchísimo calor. Me enjugué la frente. Sin duda, los materiales y la falta de viento en la menuda plaza no contribuían mucho a disipar el bochornoso aire, antes bien, solo lo acentuaban atrozmente. La tarde anaranjada hubiera sido muy agradable de no haber sido por la calorina, es más, incluso hubiera sido perfecta si tampoco hubiese existido el perro. Ese perro. Gordo, decrépito, arrugado, canoso, grasiento, medio cojo, m...

Malditas pastillas

Malditas pastillas Estos desgraciados me retienen contra mi voluntad. No puedo pestañear sin que llegue uno de estos intrusos  a preguntarme: -¿Se encuentra bien don Gumersindo? O ¿Está seguro que desea pararse a caminar?,  le podrían doler las piernas, recuerde que padece artrosis… Pamplinas, no lo voy a saber yo que soy el que siente el dolor, además si me pongo de pie es porque no quiero estar sentado, aunque sea para quedarme en el mismo lugar. Me hacen parecer un inválido ¡qué no lo soy! No sé porque se esfuerzan en tratarme como si estuviera hecho un mamarracho, seré viejo pero todavía conservo esa frescura de los jóvenes. -Que artrosis ni que huevada.-le contesté. Y el pelmazo me miraba con su rosado rostro como con cara de niño tímido, esos que ante una situación de presión ríen cabizbajos sin saber qué hacer.              Así, en el asilo las mañanas eran todas iguales. Me despertaba  la atrac...

¿Qué harías con 100 millones?

“¡Gran Sorteo! ¡100 millones se rifan! ¡Participa ya!” decía el llamativo cartel en una calle poco poblada ¿Y si participo? – Me dije- ¡Podría ganar y hacer lo que quisiera! Confiado de mis “altas” posibilidades de ganar me encaminé a comprar mi “boleto ganador”. Esa noche no podía dormir, una pregunta no se cansaba de dar vueltas en mi cabeza ¿Qué haría yo con 100 millones? Una pregunta que puede parecer muy fácil pero en realidad es muy difícil, 100 millones… tanto era lo que podía comprar… las posibilidades eran demasiadas, cada una más maravillosa que la anterior, a tal punto que ya se volvía imposible de elegir, finalmente parecía que hiciera lo que hiciera, comprase lo que comprase, perdía mucho y ganaba muy poco. Para una persona como yo, que lo usual es no tener más de mil pesos, y aun así pasaba largas odiseas frente al quiosco decidiendo que comprar, si eso ya era un desafío Ignaciano, ¡Cómo sería con 100 millones! ¡Sería un desastre, me destruiría! Habiendo adquirido una co...

De joven luchador a un gran abuelo

.-“¡Balón al área, centro pasado, gol. Goooooooool de Argentina, lo hizo el 10, el mago, el dios, el único! La albiceleste anota el descuento y se corona campeón del mundo! Ar-gentina que vuelve a celebrar, Ar-gentina que vuelve a estar en la cúspide del fútbol mundial! Nuestro querido pueblo recupera el trono, recupera SU  TRONO! Después de tantos años. Lloro, simplemente lloro…” Una y otra vez analizaba este gol, algo raro había en la jugada anterior, algo no me calzaba. Ya habían pasado tres meses desde que Chile fue derrotado y la gente aún no lo creía, las calles figuraban vacías, en los bares no rondaba nadie más que los alcohólicos de siempre, y la Bolsa del Comercio anotaba su peor caída en décadas. Todo era negro para nuestro país, estuvimos tan cerca de la gloria, a minutos de obtener por primera vez en la historia algo importante en el ámbito deportivo, y un enano nos quitó las sonrisas, UN hombre de 27 años asesinó la moral de todo un pueblo, ...

El Argentino

Estimada Rosita: Mi reina: usted sabe que si yo fuera poeta le escribiría una enciclopedia y aquí, en el frente, las palabras se hacen pocas, pero sepa que lo que más me interesa es decirle que la quiero.  Intento no pensar mucho aquí en el hogar, pero nuestros recuerdos van y vienen y aunque trato de evitarlo, no puedo dejar de hablar de ti a mis compañeros. Recuerdo cuando nos casamos, o cuando fuimos al sur y tuvimos que representar escenas cebollentas en las plazas para ganar algunas monedas y lo único que quiero es volver a la casa para sentarme en la terraza y hacerle cariño al Dexter mientras estoy contigo. Aquí se pasa solo hambre, sed y frío, pero solo la amistad de los buenos compañeros sirve para pasar las penas, de hecho,  hace ya unos días que entablé amistad con el Teniente Ferrer. Fue atleta igual que yo. Incluso antes de ir al frente, estuvo compitiendo en un torneo latinoamericano, pero no ganó porque en la última vuelta, se le cayó el testimonio (el pa...