De nada me servía tener esos dotes, nadie nunca me iba a elogiar. Jamás seré como los demás. Este mundo no era apto para mí, los esfuerzos serían siempre en vano, no me van a entender. Como si hablara otro idioma, quizás sea un extraterrestre, aunque me seduce más la idea de yo soy el último de mi especie. Fuimos invadidos y sólo yo sobreviví. Los numeros acabaron con todos.
Juan Pablo Segundo Silva
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