El mismo viejo me tocó la bocina. Payaso. Esa es la cosa con los viajes en auto, todo eso de que optimizan tiempos y paciencia, al final no hacen otra cosa que terminar por reventarte la cabeza. En fin. No me meto en ese tema de nuevo. A todo esto, el imbécil que se había cruzado seguía llorándole a los carabineros sobre lo traumático que había sido todo para él. Nosotros seguíamos ahí. El auto chocado estaba tirado a sus anchas y nadie parecía ni pensar en hacer algo al respecto. los genios, los ingenieros viales. Si me preguntan a mí, de ingenieros viales tienen tanto como yo tengo de ingeniero en escritura.
Vicente Alessandri.
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