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Mostrando entradas de octubre, 2018

Hi-Q`s

Invierno oscuro muéstrame tus secretos tus lágrimas. La náusea agota desintegra, carcome parásito. Cortinas grises se ciernen sobre el seso lánguidas, zorras. Vomitan sangre mentiras, desespero moluscos gordos. Van cabizbajos se miran los zapatos lloran sin ganas. Espejo negro cuando se apaga todo yo estoy ahí. Profusamente sangra la herida fresca el reloj llora. Témpera roja no hay sangre; témpera y cuchillos romos. Enredaderas, la tumba del poeta meta-deceso. La sombra espera está ahí, carne fresca fauces abiertas.

Pensamientos

   Me fui hacia allá     Donde está mi comida     Y me la comí.    Estando solo     Vi de lejos algo mal     Fue un incendio.     Vamos a buscar      Los dulces de halloween      Con un disfraz.      Me voy a morir       Y quería vivir más       Adiós mi vida.      Ganamos esto       Estaba muy difícil       Este partido.       Corriendo solo       El perro por la playa       De la gran ola.       La diversidad       Me tiene traumado       Me quiero morir.      Yo le pregunté       Si quería bailar       Me dijo que no.      Viajando estoy yo       Recorriendo todo el sur       Está muy ch...

¿Que pasará?

No comprenderán  niebla llegará sol no estará aire mutado quedará, pero esperanza habrá esperando  las gotas  que limpian mejillas y ciudades....  O podríamos oír la danza, mar junto a la roca un nuevo comenzar.

Haiku

Luchamos todos somos ramas del árbol buscando luz. Toda gota cae con la misma función sea ojo o ciudad. Sin entender esperanza no habrá niebla estará. Con ritmo baila la ola y el roquerío nuestra pasión. Sol no se ve aire creo que acabó mutuo a café. Cultura impuso siempre el antepasado para vivir. Si es la tarea cansancio existirá con ocio igual. A la dorada se le come con pebre o con chancaca. No saludó, entonces se esfumó no perduró. Con esos pasos tímidos por la calle no regresó.

Microcuento lunes por la mañana

Lunes por la mañana Era un típico lunes por la mañana, todos los estudiantes estaban apurados por llegar a la hora, había uno en particular que al igual que todos, también estaba apurado, ya que se había despertado muy tarde para llegar al colegio. Ahora andaba apurado en bicicleta bajando por la calle, cada vez más rápido para llegar a tiempo, estaba a dos minutos de llegar al colegio y ya veía, como se cerraban las puertas. Pero de repente apareció una masa negra, que choco al estudiante apurado. Finalmente, ya no tendría que llegar al colegio.

Haikus

Día soleado,   Mi tabla en la playa,  Gran felicidad. Guitarra mate Al morir de la tarde  Sunset perfecto.  Hermoso, Naranjo atardecer,  Vista genial. Las hojas caen  Yo siempre me levanto  Por mi familia. Inmenso mar,  Que mi calor refrescas, Siempre te espero.  Playa desierta La ola corría perfecto, Moriría ahí.  Por mucho tomar,  Me dio la senda caña, No se que hacer.  Se cae el cielo,  Ya no me importa nada,  Solo contemplo.  Día ventoso,  Llovía sin cesar,  Iba caminando. Techos rojizos,  Al morir de la tarde,  Hermoso otoño. 

Satisfacción

El viaje era largo  En una vieja c amioneta Las tablas bien amarradas.  A la distancia la vi,  Playa desierta  Con un día soleado. Saco mi tabla, Salto al mar,  Desde el agua se ve  Un hermoso atardecer.  

Contemplación Urbana

Muerte en la ciudad,  Un perro aúlla al cielo, Silencio en la ciudad Las máquinas aplastan Miedo en la ciudad, Luz blanca cegadora Luces en las ciudad Brillantes, mentirosas Sangre en la ciudad Un rayo rojo corta el cielo Jazmín en la ciudad Acaricia los barrotes Humo en la ciudad Chimeneas suspirando Aviones de papel recorren, En silencio la ciudad.

Finales Alternativos

Coja y muy ciega, oh mi América linda cuanto te quiero.                   Viento negro y ríos secos, ¿porqué seguimos vivos? Maldita guerra, cómo no te avergüenzas, nadie te extraña.                             No vuelvas nunca. Suena la BIP y saludo al barquero yendo a mi infierno. El tiempo en contra y cada día hay más de esas colillas. El pelo sucio, las manos transpiradas y el pan servido. Contempla desde la cima y verás, nadie te está mirando. Despierta tarde, llegarás atrasado, pero sonriendo. Mientras el rey come hasta estar saciado, el pueblo muere. Sal a caminar en la noche y sabrás quiénes te extrañan.

Memorias de un cuico narcotraficante:

Ingresé a la escuela de la policía de investigaciones porque no me dio el puntaje para entrar a Derecho en la UDD. Mientras iban pasando los semestres de la carrera mi angustia iba aumentando, no sabía cómo podía seguir teniendo la lujosa vida que mis padres me habían dado. ¿Cómo pagaría mis largas estadías en el hotel Radisson Blu de las Bahamas? ¿Dónde encontraría una casa cerca del Club de Golf con un sueldo tan miserable? Pasaron los semestres y logré graduarme, ahora era oficialmente un subcomisario. Mis primeros trabajos, no eran muy importantes dentro de la institución, ya que era un simple suche del subinspector Áxzel. Estaba deprimido, mi vida ya no era como antes, tenía un despreciable sueldo de $821.350. Ya no podía ir a Oakley a comprar esos estupendos polerones, ni siquiera a Gucci para comprar mis exclusivas poleras, tenía que ir a “Patronato”. Sin embargo, lo que más me molestaba no era esto, sino que mi jefe era un auténtico flaite. Era moreno, siempre andaba con olo...

Al filo de la cornisa

Al filo de la cornisa El vertiginoso movimiento de la ciudad lo agotaba. Era la hora peak . Hordas de gente se movían a su alrededor, como si se tratara de un rebaño de cucarachas, desesperadas por alcanzar un trozo de alimento. Intranquilo, cerró los puños, e intentó dominar los impulsos incontrolables que nacían en su interior. Quería aplastarlas, aplastarlas a todas. Malditas cucarachas. Pero debía tener paciencia. Tenía la mirada borrosa. Solo veía manchas fugaces de colores muy brillantes. Observó a su alrededor. La "sociedad". Todos corren de aquí para allá, dándose aires de importancia y simulando ser felices. Pero todo es en vano. Solo sirve para amargar a un pobre ingenuo que tiene el descaro, la audacia, la insolencia, de ser diferente. Mientras pensaba todo esto, caminaba dando tumbos por la calle, sin saber dónde estaba, ni lo que hacía. Tampoco es que le importara. Solo quería ser feliz. Y ni eso le había sido permitido. Cuando logró enfocar la mirada vio lo...

Comisaría (Obra de teatro)

 Comisaría Personajes: ·           Óscar: ( Carabinero ) ·           Fernando. ·           Pancho. ·           Juan. ·           Pedro. ·           Papá de Fernando. ·           Papá de Pancho. ·           Papá de  Juan. ·           Papá de Pedro. Escena 1 (Pedro, Pancho, Juan, y Fernando entran esposados a la comisaría junto a Óscar). Óscar:  (con una  voz enérgica  )  Siéntese en los bancos del final y empiecen a contarme que sucedió. ( Comienzan a susurrar los cuatro amigos). Óscar: ( enojado,  apuntando a Pedr...

El caballo salvaje

Juan despertó y salió lo más rápido posible de su cama. Ya que a sus ocho años no había nada más que le gustara que despertar a su madre para que le prepara los huevos poco cocidos de sus gallinas, junto con el pan horneado por ella. Así que como todos los mañanas corrió a despertar a su madre para que le prepara el desayuno, y a su vez como el día estaba radiante, María su madre le dejo ir a jugar afuera, donde su patio era algo gigantesco, y se terminaba cuando chocaba con el río o los bosques de sus alrededores. Esta mañana el niño se dedicó a molestar a sus gallinas, haciéndolas volar de un lado a otro, sin darles descanso, hasta que se prepara para asustarlas de nuevo, cuando dirigió la mirada al ancho río, y encontró al otro lado algo que lo dejo boca abierto, era un potro negro que galopaba desde el río hacia el bosque impenetrable. Pero lo que observaba se vio interrumpido por el llamado de su madre que le avisaba que los huevos y las tostadas estaban listas y calientes. Así...

Era de noche

Era viernes por la noche. Unos amigos se juntaron. El estrés de la semana se dejó de lado por unas horas. Estaban cómodos,   solo querían olvidar la prueba que habían tenido sobre el existencialismo de Sartre. La noche avanzó, las conversaciones protocolares y las bromas sin sentido empezaron a llenar el entorno. Las risas iniciales fueron remplazadas por risotadas, el ambiente comenzaba a vibrar, el humo de los cigarrillos nublaba las mentes. Un tipo quiso demostrar su madurez, pero no logró más que quedar botado en el piso   lleno de vómito. La noche avanzó, llovían las groserías, las palabras sin sentido, las falsas declaraciones de amor, más personas se iban sumando al lugar. Pese a no conocerse, todos se saludaban amistosamente. Los hombres y las mujeres vestían ropas similares para poder ser aceptados por ellos mismos y así poder sentirse parte de aquel hábitat. Las posturas a la defensiva eran lo corriente, nadie asumía el riesgo de ser el que era. Surgieron nue...

El gran acto

Siglo XIX, Chile contra Chile, patriotas contra realistas, San Martín contra Osorio. Era un reñido combate. El resultado era incierto, los nervios abundaban, pero todos sabían qué hacer. Se produce una gran revuelta, el general cae del caballo. Suena un timbre. De súbito todo se calmó, las dollys   volvieron a sus lugares originales y los actores fueron por un vaso de agua. Al parecer todo salió bien.

Corazón roto

En un colegio de por ahí, de una ciudad de por ahí, estudiaba un gallo llamado Benjamín, quien tenía una vida que todos consideraban "feliz", ya que vivía en la media mansión, de cuatro pisos y un sótano, con dos piscinas, con canchas de tenis y de fútbol. Era el más mateo de su curso, en todas las pruebas y trabajos se sacaba la mejor nota del curso. Era muy inteligente, todos pensaban que tendría un gran futuro. Resulta ser, que Benjamín estaba enamorado de una mina de su curso que se llamaba Florencia, quien era la única de su curso que no quería a este pobre chico. Pero el "benja" estaba muy enamorado, demasiado enamorado, tanto que hasta pensaba que quería casarse con ella, tener hijos y toda esa vaina... pero no tenía idea de lo que pensaba la "flo" sobre él. Y no solo eso... sino que también ella estaba loca por otro gallo del curso que se llamaba Felipe, que era seco pal fútbol, algo que no sabía Benjamín, además este lamentablemente no ten...

Haikus

    Haikus Puedes saber Mucho de una persona Por sus zapatos Pasan semanas Incluso pasan meses Y aún no es mía Bendita música Incomparable gozo Que nos completa El fútbol es Una forma de vida Incomprendida

Cuenta Regresiva

10. La noticia. Respiro profundo 9. Miro a mi alrededor. 8. Todos actúan normal, como si todo estuviera bien. 7. No me lo explico.   6. En fin.... 5. ¿Por que me pasa esto? 4. Noto con angustia cada segundo que pasa. 3. Siento que el final esta cerca. 2. Queda poco. Disfruto con melancolía de los últimos instantes. 1. no hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague. 0. Ya todo ha terminado.                               -Sin batería.-

Destapa La Felicidad

Destapa la felicidad Aveces pienso que soy débil. Digo lo hay que decir y simulo ser normal. Hago lo que todos hacen. Intento ser exitoso como todos los demás. Nunca digo que no. Acumulo dinero. Acumulo amigos. Acumulo mujeres. Siempre hago lo que quieren ver. Simulo ser como los demás. Simulo ser feliz. Aveces pienso que soy débil. Luego descubro que no existo.

Microcuento el llamado

El llamado Estaba solo en mi pieza en la noche, empezaba a tener miedo, las sombras de la pared empezaban a tomar formas humanas, debía salir de mi habitación, tenía que llegar, tenía que lograrlo, pero el medio era mucho para mí. Luego de pensarlo con cuidado, me armé de valor, necesitaba salir, caminé a tientas en la noche tratando de llegar a mi objetivo. Finalmente, lo alcancé pude llegar al baño.

El papelito

Se acercó a la puerta y golpeó. Aquel papel que llevaba consigo tenía escrita su sentencia de muerte. Una fecha, una hora, una firma y un pequeño mensaje de disculpas. Eso era todo, pero era suficiente para acabar con los sueños de libertad. Un científico de bigote abrió la puerta. Sin duda ejecutaría las órdenes sin ningún tipo de consideración. El fin se acercaba, él lo sabía. Extendió la mano y pasó el papel. El verdugo lo leyó, le pregunto el número que le habían asignado para su reconocimiento. Contesto con naturalidad “13, el número de la buena suerte”. No se dijo más. El profesor le indico donde sentarse. El alumno abrió su cuaderno y se resignó a tomar apuntes.      

Microcuentos

El vaso  Despertaba un sábado en la mañana, no recordando bien lo que había pasado ayer, con un intenso dolor de cabeza, apunto de morir necesitaba algo de beber, levanta la cabeza de la cama y veo una luz, era mi salvación, un vaso de agua. Un mal primer día Primer día de trabajo y Gabriel como todo chileno  iba muy atarazado, por lo que decide hacerse el enfermo. El jefe llama a Gabriel y nota algo sospechoso en su comportamiento, horas mas tarde se cruzan en el metro y nadie supo que paso con el nuevo trabajador... Accidente Un día como cualquiera estaba una niña jugando en una casa como invitada, después de un par de juegos, la invitada choca una mesa con el pata rompiendo y derramando yodo lo de la la mesa quedo muy mal, ni hablar del pobre pie de la niña. Animal flojo oloroso y con pulgas es el animal mas flojo que ha pasado por la casa de Jaime. Pero para el dueño no le parese algo bueno, por lo que esta obligado a sacarlo por una vuelta...

Microcuentos

Deshidratación Subimos el cerro, pensando que arriba encontraríamos agua, a la primera media hora ya estábamos sedientos, tres horas después ansiábamos la llegada, cuando hicimos cumbre nos dimos dimos cuenta de que no había ningún rastro Confusión Era un martes en la tarde, me encontraba camino al preuniversitario,  esperaba ansioso ese té que siempre nos daban, cuando ya estoy llegando desbloqueo mi celular para ver la hora , y me doy cuenta de que no era martes, sino que era lunes. Alucinación Corría como Naruto por el techo de los edificios del centro de Santiago, cuando, de la nada salté y empecé a correr por las calles a lo Spider-Man cuando la telaraña no salió y caí de cara al asfalto, en ese momento desperté parapléjico en el hospital luego de haber intentado suicidarme. Afortunado Llego el fin de semana en la noche, no tenía plata para el copete, por lo que iba a carretear sobrio, con desánimo me ponía los pantalones para salir, cuando metía mi celular al bo...