Al vuelo de un águila
se escucha en la montaña
el olor del miedo
que lleva el viento blanco.
La música del vacío toca los riscos
al tiempo que gritos de niña
se llevan las almas en el camino.
Al pie de las rocas se escuchan los ecos
de la leyenda que salta en la boca de los juglares
del león que ruge en la distancia
clama en el fragor de las trompetas
que cantan las musas de las ciencias.
En el sol que se apaga en el ocaso
nadando en la corriente
un valiente
rompe las cadenas del cálculo
de las brújulas del encierro
de colores celestes y retoques verdes
de mantas rojas y aires azules
que apagan llorando la luz del rugido.
Un león ruge en la distancia
Y combate entre cobardes
para arrojarse al paisaje del viento blanco del vacío.
(Bernardo Fontaine)
se escucha en la montaña
el olor del miedo
que lleva el viento blanco.
La música del vacío toca los riscos
al tiempo que gritos de niña
se llevan las almas en el camino.
Al pie de las rocas se escuchan los ecos
de la leyenda que salta en la boca de los juglares
del león que ruge en la distancia
clama en el fragor de las trompetas
que cantan las musas de las ciencias.
En el sol que se apaga en el ocaso
nadando en la corriente
un valiente
rompe las cadenas del cálculo
de las brújulas del encierro
de colores celestes y retoques verdes
de mantas rojas y aires azules
que apagan llorando la luz del rugido.
Un león ruge en la distancia
Y combate entre cobardes
para arrojarse al paisaje del viento blanco del vacío.
(Bernardo Fontaine)
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